En el mundo del yoga, especialmente en el Ashtanga Yoga, se encuentra un elemento esencial conocido como Vinyasa. El Vinyasa se refiere a la sincronización entre la respiración y el movimiento durante la práctica de las posturas. Esta técnica respiratoria, llamada ujjayi o «Respiración Victoriosa», desencadena el inicio del movimiento y guía tanto el cuerpo como la respiración en un flujo armonioso. En este artículo, exploraremos la esencia del Vinyasa y su importancia en el Ashtanga Yoga, así como los componentes clave como la Respiración Victoriosa (ujjayi) y los bandhas.
La práctica del Vinyasa se basa en la sincronización precisa de la respiración y el movimiento en cada postura. El término «vinyasa» se deriva de las palabras sánscritas «vi» y «nyasa», que significan «ir» y «colocar» respectivamente. Esto indica que cada movimiento se inicia y se coloca en un flujo continuo y armonioso.
La Importancia de la Sincronización: El fundador del Ashtanga Yoga, el gurú Shri Krishnamacharya, y su alumno, Shri K Pattabhi Jois, descubrieron que todas las posturas están unidas en una secuencia exacta y que cada asana implica un número específico de transiciones sincronizadas entre la respiración y el movimiento.
Este enfoque preciso y coreografiado crea una sensación de fluidez y armonía en la práctica del Ashtanga Yoga.
Otro aspecto fundamental del Vinyasa es la técnica respiratoria llamada ujjayi o «Respiración Victoriosa». Esta forma de respiración implica inhalar y exhalar por la nariz mientras se genera un suave sonido sibilante en la garganta. La respiración ujjayi ayuda a regular el flujo de aire y establece un ritmo constante durante la práctica. Además, está estrechamente relacionada con los bandhas, que son puntos de bloqueo energético dentro del cuerpo.
Los Bandhas: Bloqueos Energéticos en Ashtanga Yoga. Los bandhas desempeñan un papel crucial en la práctica del Ashtanga Yoga y están intrínsecamente conectados con la sincronización de la respiración y el movimiento.
Tristana: La verdadera esencia de vinyasa se experimenta cuando se alcanza el estado de tristana, que es la unión de los tres principales centros de atención del Ashtanga
Yoga: la sincronización avanzada de la respiración y el movimiento, los bandhas y los dristis.
Cuando esta unión florece, una poderosa ola de fluidez y elegancia emerge de la práctica, y la química resultante despliega las energías de los cinco elementos:
Tierra: mula bandha que produce base de apoyo, estabilidad y fuerza.
Agua: la fluidez de vinyasa que produce sudor.
Aire: la respiración ujjayi y los bandhas que aportan agilidad.
Fuego: el fuego digestivo purificador de agni.
Éter:.el sutil prana que todo lo invade.
Tristana se alcanza con la repetición; sólo así se consigue la familiaridad necesaria para realizar las transiciones y las posturas de forma sutil, natural y elegante.
Pasare a contarte de modo mas profundo sobre los Bandhas en otro articulo.
Espero que este te haya resultado útil.