Cultivando el amor propio a través de los Yamas y Niyamas en el yoga

El yoga es mucho más que una práctica física, es un camino hacia el autoconocimiento y la transformación personal.

En este viaje, el amor propio juega un papel fundamental, ya que nos invita a conectar con nuestra esencia y aceptarnos incondicionalmente.

Una forma de fortalecer esta relación amorosa con nosotros mismos es a través de los Yamas y Niyamas, los principios éticos y morales del yoga.

En este artículo, exploraremos cómo podemos relacionar el amor propio con estos fundamentos, creando así una base sólida para nuestro bienestar integral. Y esto te lo comparto porque es algo que estoy re descubriendo este año, después de mucha introspección los últimos años.

Si este tema te interesa, podes buscar en mi Instagram el ebook que he creado sobre esto, donde te dejo practicas, meditaciones y mas para ahondar este tema.

Ahora si, comencemos…

Amor propio y los Yamas:

Los Yamas son los principios éticos que rigen nuestras relaciones con el mundo exterior. Al vivirlos conscientemente, podemos nutrir y fortalecer nuestro amor propio. Veamos cómo se entrelazan:

  1. Ahimsa (No violencia): El amor propio comienza con la compasión hacia nosotros mismos. Practicar ahimsa implica no dañarnos física, mental o emocionalmente. Cultivamos el amor propio al tratarnos con suavidad y comprensión, sin juzgarnos ni castigarnos por nuestras imperfecciones.
  2. Satya (Veracidad): Ser honestos con nosotros mismos es una forma de honrar nuestro ser auténtico. Practicar satya implica reconocer nuestras verdades internas y vivir en congruencia con ellas. A través de la sinceridad, alimentamos el amor propio al construir una relación de confianza y honestidad con nosotros mismos.
  3. Asteya (No robar): El amor propio implica reconocer nuestra propia valía y no robar nuestra felicidad o poder personal. Practicar asteya significa no compararnos con los demás ni envidiar sus logros. Nos enfocamos en nuestro propio crecimiento y celebramos nuestros éxitos, generando así un sentimiento de plenitud y satisfacción interna.
  4. Brahmacharya (Moderación): Encontrar un equilibrio en nuestras acciones y deseos es clave para el amor propio. Practicar brahmacharya implica no excedernos en nuestros esfuerzos ni agotarnos. Nos cuidamos y respetamos nuestros límites, permitiéndonos descansar y recargarnos. Al hacerlo, cultivamos una relación de respeto y equilibrio con nosotros mismos.
  5. Aparigraha (No apegarse): El amor propio implica soltar aquello que ya no nos sirve o nos limita. Practicar aparigraha implica liberarnos del apego a emociones, pensamientos o relaciones tóxicas. Al soltar lo que no nos nutre, abrimos espacio para cultivar el amor y la aceptación hacia nosotros mismos.

Amor propio y los Niyamas:

Los Niyamas son los principios éticos que rigen nuestra relación con nosotros mismos. Al practicarlos, podemos profundizar en nuestra conexión y amor propio. Veamos cómo se entrelazan:

  1. Saucha (Pureza): El amor propio se nutre cuando cuidamos nuestra mente, cuerpo y entorno. Practicar saucha implica mantener la limpieza física y mental, cultivando pensamientos y hábitos saludables. Al hacerlo, creamos un espacio interno propicio para el crecimiento personal y el amor hacia nosotros mismos.
  2. Santosha (Contentamiento): Apreciar y encontrar satisfacción en el momento presente es esencial para el amor propio. Practicar santosha implica aceptar y valorar lo que somos y tenemos en este momento, sin buscar la felicidad en metas futuras. Al cultivar la gratitud y el contentamiento, generamos un amor propio arraigado en la aceptación y la alegría interior.
  3. Tapas (Disciplina): El amor propio requiere compromiso y autodisciplina. Practicar tapas implica establecer hábitos y rutinas saludables que nos nutran y fortalezcan. Al cultivar una disciplina amorosa hacia nosotros mismos, nos brindamos el cuidado necesario para florecer y crecer.
  4. Svadhyaya (Autoestudio): Conocernos a nosotros mismos es un pilar fundamental del amor propio. Practicar svadhyaya implica el estudio y la reflexión sobre nuestra naturaleza interna. Exploramos nuestras fortalezas, debilidades y patrones de pensamiento, generando así un mayor entendimiento y compasión hacia nosotros mismos.
  5. Ishvara pranidhana (Entrega a lo divino): Reconocer que somos parte de algo más grande nos ayuda a cultivar el amor propio desde una perspectiva trascendente. Practicar ishvara pranidhana implica confiar en el fluir de la vida y entregarnos a un poder superior. Al soltar el control y confiar en el proceso, nutrimos el amor propio al reconocer que somos seres valiosos y parte de un todo divino.

El amor propio es un viaje que se entrelaza con los principios éticos del yoga.

A través de la práctica consciente de los Yamas y Niyamas, podemos fortalecer nuestra relación amorosa con nosotros mismos.

Al cultivar la compasión, la sinceridad, el equilibrio, la pureza, el autoconocimiento y la entrega, creamos una base sólida para nuestro bienestar integral.

Permitámonos crecer y florecer en el amor propio a medida que exploramos estas enseñanzas milenarias en nuestra práctica de yoga.

Namaste.

Necesitas ayuda? Chatiemos

¡Suscríbete! Recibirás novedades y mucho más...

Además, obtendrás gratuitamente

"Guía para iniciarte en la práctica de yoga en casa o viajando"